Por @sershus
Acaban de perder los San Antonio Spurs y quedarse fuera de la lucha por el campeonato como muchas veces en estos últimos 13 años, pero a diferencia de los otros años es muy probable que haya sido el último partido de Manu Ginobili en la NBA y en el basquet de clubes (jugará en Río 2016 con la selección). Y en caso de no ser así, no modifica en nada estas palabras.
Conocí a Manu viendo por Espn un sudamericano en Neuquén con la selección y me acuerdo que pensé: "tenemos a uno que juega como Jordan". Memoricé su apellido y lo "googlé" (por Yahoo o Altavista) y caí en su página de internet. Había un foro con 20 locos que ya lo admiraban. Jugaba en Italia y lo empecé a seguir como se podía en esa época de poco streaming y muy mala calidad.
En ese foro me hice amigos, armamos un juego para su primer año de NBA, nos escribíamos con el mismo Manu, le hice entrevistas virtuales, nos peleábamos porque Parker no se la pasaba y trasnochábamos leyendo el play by play de Yahoo que nos hacía creer que lo veíamos en vivo.
Ese año Manu debutó con anillo. A la semana me tocan el timbre de casa y era un banderín gigante que decía SAN ANTONIO SPURS NBA CHAMPIONS 2003, y escrito a mano: "para Sershus, gracias por todo. Manu". O sea, el chabón que se estaba convirtiendo en figura mundial me mandó un banderín de regalo desde San Antonio y ni me conocía. Estaba agradecido por la onda que le puse en su web.
La historia de Manu es conocida. Para mí, que no soy fanático del basquet, es el más grande deportista que jamás dio este país. Y eso que amo tanto a Messi que creé, junto a otras personas, un programa de televisión sólo sobre él llamado Mundo Leo.
Pero por qué lo considero el más grande? Porque se dio algo muy raro que ocurra en una misma persona. Tiene muchas características juntas que con cada una de ellas por separado, ya hubiese sido un gran jugador. Para mí, es el Cerati del deporte.
Es atlético como ningún jugador argentino lo fue y casi ningún jugador blanco.
Es tremendamente habilidoso.
Es ganador a la altura de Maradona en su mejor momento (de hecho ganó todo y con todo tipo de equipos).
Es inteligente como pocas veces se vio en un deportista.
Es luchador como Mascherano. Pensemos que Mascherano es ídolo simplemente por ser luchador.
Es correctisimo y respetuoso. Jamás una pelea. Lo quisieron y lo respetaron todos.
Es líder total. Incluso líder en San Antonio teniendo a Duncan de compañero durante toda su estadía.
Y además es un tipazo. No lo digo sólo por lo que vemos en televisión o leemos en los diarios. Lo comprobé en persona sin jamás haberlo saludado, ni visto no hablado.
Todas esas cosas juntas. Con una sola de ella hubiese sido un enorme jugador.
Y hasta ahora no conocí a ningún deportista argentino que las reuniera todas.
Una vez escribí sobre Cerati que representaba todo lo que los argentinos no somos pero añorábamos ser.
Manu es el Cerati del deporte. O Gustavo fue el Manu de la música. No sé. Pero gracias por siempre querido Manu.